Antiguos incendios forestales remodelaron la Tierra después de la mayor extinción masiva

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Nuevas pruebas revelan que se produjeron incendios forestales generalizados durante el período Triásico Temprano, hace aproximadamente 250 millones de años, lo que desafía la creencia arraigada de que hubo una “brecha de carbón” después del evento de extinción más grave de la Tierra. Un equipo internacional de científicos, incluidos investigadores de la Universidad Heriot-Watt en Escocia y la Universidad de Lausana en Suiza, descubrió rastros químicos microscópicos de incendios antiguos conservados en sedimentos de Svalbard, Noruega.

Desafiando la “brecha del carbón”

Durante décadas, la ausencia de carbón vegetal visible en los registros geológicos llevó a suponer que los incendios forestales habían desaparecido en gran medida después de la extinción del Pérmico-Triásico, también conocida como la “Gran Mortandad”. Este evento catastrófico acabó con hasta el 96% de las especies marinas y el 70% de los vertebrados terrestres, principalmente debido a erupciones volcánicas masivas. Sin embargo, el último estudio demuestra que los incendios persistieron, incluso cuando la evidencia fósil tradicional era escasa.

Evidencia microscópica de incendios antiguos

En lugar de depender del carbón visible, el equipo de investigación analizó 30 muestras de sedimentos en busca de hidrocarburos poliaromáticos (HAP). Estos compuestos son huellas moleculares de la combustión, formadas durante la quema incompleta de materia vegetal, y pueden persistir en los sedimentos mucho después de que se degrade la evidencia más visible. El análisis reveló HAP generalizados compatibles con la quema de materia vegetal fresca, lo que sugiere fuertemente que los incendios forestales dieron forma activa a los ecosistemas durante el Triásico Temprano.

Modelando el fuego en el tiempo profundo

El equipo combinó el análisis de sedimentos con modelos climáticos y de vegetación utilizando el Modelo de Circulación General (MITgcm) de código abierto desarrollado por el MIT. Esto les permitió reconstruir cómo interactuaron los cambios climáticos, los ecosistemas y los regímenes de incendios después de la extinción masiva. Al analizar sus datos a través de la teoría, los investigadores confirmaron que la evidencia microscópica se alineaba con los efectos esperados de los incendios forestales en ese período.

El poder de la ciencia abierta

El Dr. Clayton Magill, profesor asociado de biogeoquímica en la Universidad Heriot-Watt, enfatizó la importancia de utilizar modelos de código abierto. “La ciencia abierta permite que todos compitan al más alto nivel, independientemente del acceso a financiación o recursos”. Este enfoque colaborativo facilitó la investigación innovadora, dirigida por la Dra. Franziska Blattmann de la Universidad de Lausana.

Lecciones para el mundo que se calienta hoy

El estudio destaca la resiliencia de los ecosistemas y el papel del fuego en su configuración, incluso después de eventos catastróficos. El Triásico Temprano fue un período de cambios climáticos extremos y estrés ambiental, que refleja algunos de los desafíos que enfrenta el planeta hoy. Al comprender cómo se recuperaron los ecosistemas de crisis pasadas, los científicos pueden prepararse mejor para los impactos futuros del cambio climático.

La investigación subraya que el fuego, incluso en ausencia de carbón visible, jugó un papel importante en la configuración de los ecosistemas de la Tierra después de la mayor extinción masiva. El uso de evidencia microscópica y modelos de código abierto ha abierto nuevas vías para comprender los procesos ecológicos de tiempos profundos y su relevancia para el presente.