Investigaciones recientes sugieren un vínculo potencial entre el uso de fármacos agonistas del receptor GLP-1 (como Ozempic, Wegovy y Zepbound) y mayores riesgos durante el embarazo. Si bien estos medicamentos no se recomiendan durante el embarazo, suspenderlos antes de la concepción tampoco está libre de riesgos. El estudio destaca las lagunas en la comprensión actual, en particular con respecto a cómo la suspensión de estos medicamentos afecta la recuperación de peso y las métricas de salud relacionadas en las mujeres que planean concebir.
Lo que encontró el estudio
Los investigadores del Mass General Brigham analizaron datos de más de 450 embarazos en los que las madres utilizaron fármacos GLP-1 durante la concepción. Descubrieron que las mujeres que dejaban de tomar estos medicamentos tenían un mayor riesgo de parto prematuro, diabetes gestacional y trastornos hipertensivos del embarazo (incluidas presión arterial alta y preeclampsia). Además, experimentaron un mayor aumento de peso durante el embarazo: un promedio de 30 libras frente a 23 libras en un grupo de comparación. Aproximadamente el 65% de los usuarios de GLP-1 tuvieron un aumento de peso excesivo, en comparación con el 49% en el grupo de control.
El panorama complicado
Los hallazgos son preliminares pero cruciales porque los GLP-1 se utilizan cada vez más para controlar el peso y muchas mujeres pueden suspenderlos cuando planifican una familia. La autora principal del estudio, la Dra. Jacqueline Maya, enfatiza esto como un “aviso” para los médicos, instando a un estrecho seguimiento de los pacientes en esta situación. El problema subyacente es que suspender estos medicamentos puede provocar un rebote de peso, lo que a su vez puede empeorar los marcadores de salud metabólica como la presión arterial y el colesterol.
El estudio comparó a las usuarias de GLP-1 con mujeres con un IMC similar después de la exposición a los medicamentos, lo que significa que el grupo tratado probablemente tenía un IMC más bajo antes de comenzar a tomar el medicamento. Esto hace que sea difícil determinar si los riesgos observados se deben a los medicamentos en sí o al aumento de peso que sigue a la interrupción.
Por qué esto es importante
Los GLP-1 son eficaces pero poco estudiados en el contexto del embarazo. Los ensayos iniciales con medicamentos excluyeron a las mujeres que planeaban concebir, dejando a una población vulnerable sin una orientación clínica clara. La falta actual de datos dificulta equilibrar los beneficios potenciales de la pérdida de peso antes del embarazo (reduciendo los riesgos metabólicos) con el aumento observado en las complicaciones del embarazo.
Los investigadores están trabajando para recopilar datos más completos, incluidos los IMC previos al tratamiento, para comprender mejor el panorama completo. El debate sobre si el uso de GLP-1 antes de la concepción puede ser beneficioso a pesar de una eventual interrupción sigue abierto. Algunos estudios sugieren que los medicamentos reducen los trastornos hipertensivos, pero esto puede depender de si se recetan para la obesidad o la diabetes.
“Es fundamental que nos esforcemos por generar la evidencia necesaria para informar la atención obstétrica y guiar las decisiones de inicio del tratamiento”, concluyen los comentaristas del estudio.
Esta investigación subraya un patrón común: los medicamentos primero se prueban en poblaciones más amplias antes de estudiarse en subgrupos específicos. Ahora, a medida que se expande el uso de GLP-1, los investigadores se están poniendo al día para abordar los riesgos y beneficios para aquellos que no fueron incluidos inicialmente en los ensayos clínicos.
































