El lanzamiento de un cohete chino casi provocó una colisión con un satélite SpaceX Starlink, lo que generó preocupaciones sobre fallas de coordinación en una órbita terrestre cada vez más concurrida. El incidente, que ocurrió el 9 de diciembre, involucró a nueve naves espaciales desplegadas por un cohete Kinetica 1 desde el Centro de Lanzamiento de Satélites de Jiuquan en China. Según SpaceX, uno de los satélites desplegados se acercó a 200 metros del satélite Starlink STARLINK-6079 a una altitud de 560 kilómetros.
La situación cercana y la falta de coordinación
El vicepresidente de ingeniería Starlink de SpaceX, Michael Nicolls, informó del casi accidente a través de X (anteriormente Twitter), criticando la aparente falta de coordinación entre el proveedor de lanzamiento chino y los operadores de satélites existentes. “Hasta donde sabemos, no se realizó ninguna coordinación o eliminación de conflictos con los satélites existentes…”, afirmó Nicolls.
Esto es importante porque el riesgo de colisiones aumenta rápidamente a medida que más satélites ocupan la órbita. En 2020, había menos de 3.400 satélites activos; hoy, más de 13.000 orbitan la Tierra, y solo SpaceX opera casi 9.300 satélites Starlink. Este crecimiento exponencial exige una mejor comunicación para evitar consecuencias catastróficas.
Respuestas e investigaciones
CAS Space, la compañía china que opera el cohete Kinetica 1, respondió que sigue procedimientos estándar para evitar colisiones utilizando sistemas de seguimiento terrestres. Afirman seleccionar ventanas de lanzamiento para evitar colisiones con satélites y desechos conocidos. Sin embargo, según se informa, el incidente ocurrió 48 horas después de la separación de la carga útil, lo que sugiere que el problema no se detectó durante la fase de lanzamiento inicial. CAS Space se ha comprometido a investigar y coordinar con los operadores de satélites.
El creciente problema de los desechos espaciales
El incidente pone de relieve una falla crítica en el sistema actual: la falta de intercambio de datos estandarizado entre operadores de satélites. Los satélites Starlink realizan aproximadamente cuatro maniobras de evasión por mes, habiendo ejecutado más de 145.000 solo en la primera mitad de 2024.
Sin embargo, no todas las naves espaciales tienen esta capacidad, e incluso Starlink puede verse sorprendido por lanzamientos descoordinados. Una sola colisión podría desencadenar un campo de escombros en cascada conocido como síndrome de Kessler, inutilizando ciertas órbitas para operaciones futuras.
El incidente pone de relieve que el espacio se está congestionando demasiado para los estándares actuales de coordinación. Sin mejores protocolos, el riesgo de colisiones que generen desechos no hará más que aumentar, amenazando la sostenibilidad a largo plazo de las actividades espaciales.
Esta situación cercana es una cruda advertencia de que la era de los lanzamientos espaciales casuales ha terminado. El futuro exige una comunicación proactiva y medidas de seguridad estandarizadas para garantizar el uso continuo de la órbita terrestre.





















