Los cielos nublados a menudo oscurecen nuestra visión de las estrellas y es mejor realizar picnics en días despejados. Pero ¿y si esas mismas nubes contuvieran pistas para descubrir vida en planetas distantes? Un nuevo estudio sugiere que los exoplanetas densos o incluso completamente cubiertos de nubes podrían ser lugares privilegiados en la búsqueda de vida extraterrestre.
Si bien tendemos a centrarnos en la superficie y la atmósfera de un planeta cuando buscamos signos de vida, investigadores de la Universidad de Cornell han descubierto que las comunidades microbianas vibrantes que viven muy por encima de la superficie de la Tierra en sus propias nubes ofrecen una nueva y sorprendente vía de investigación. Estos microbios que habitan en las nubes producen biopigmentos coloridos (pigmentos creados para proteger contra condiciones adversas como la radiación intensa y la sequedad) que podrían ser detectables desde lejos con telescopios.
“Pensábamos que las nubes nos ocultarían la vida, pero sorprendentemente podrían ayudarnos a encontrarla”, dijo Lisa Kaltenegger, profesora de astronomía en Cornell y directora del Instituto Carl Sagan.
El avance proviene del primer espectro de reflectancia creado para diversos microorganismos que habitan en las nubes y se encuentran en la Tierra. Estas “claves” codificadas por colores muestran cómo los diferentes microbios reflejan la luz en distintas longitudes de onda. Al analizar estos espectros, los astrónomos ahora pueden identificar potencialmente biofirmas similares en las atmósferas de planetas distantes, incluso si esos planetas están completamente envueltos en nubes.
Recolectar y estudiar estos microbios raros resultó un desafío. Los investigadores trabajaron con colegas de la Universidad de Florida para obtener muestras de la estratosfera (una capa de la atmósfera entre 21 y 29 kilómetros sobre la superficie de la Tierra) utilizando globos de látex especiales. Luego, expertos especializados en microbiología, ciencias atmosféricas e ingeniería analizaron los microbios recolectados para determinar sus biopigmentos en los laboratorios de Cornell.
El estudio, publicado en The Astrophysical Journal Letters, demuestra que las firmas de color de estos pigmentos no sólo revelan la presencia de vida sino que también ofrecen información sobre las condiciones ambientales en las que prosperan. “Los biopigmentos tienen un carácter universal en nuestro planeta”, explicó la astrobióloga Ligia Coelho, autora principal del estudio. “Son firmas biológicas poderosas y hemos descubierto una nueva forma de buscarlas: a través de las nubes de mundos distantes”.
Este descubrimiento está revolucionando la forma en que abordamos la búsqueda de vida extraterrestre. Telescopios como el futuro Observatorio de Mundos Habitables de la NASA y el Telescopio Extremadamente Grande del Observatorio Europeo Austral, cuyo inicio de operaciones está previsto para la década de 2030, se están diseñando teniendo en cuenta este nuevo conocimiento. Los astrónomos ahora pueden mirar más allá de la superficie de un planeta y profundizar en sus profundidades atmosféricas, descubriendo potencialmente vida escondida dentro de sus nubes.
La búsqueda de vida extraterrestre se ha vuelto mucho más colorida.
