Los científicos han demostrado que las esporas de musgo pueden sobrevivir hasta 5.600 días (aproximadamente 15 años) en el duro entorno del espacio exterior, ampliando los límites de lo que sabemos sobre la resiliencia de la vida. Un estudio reciente publicado en la revista iScience detalla cómo las esporas del musgo Physcomitrium patens (P. Patens) no sólo sobrevivieron a una exposición de nueve meses en la Estación Espacial Internacional (ISS), sino que también conservaron más del 80% de viabilidad al regresar a la Tierra.
Por qué esto es importante
Los hallazgos son importantes porque amplían nuestra comprensión de cómo la vida podría potencialmente soportar condiciones extremas más allá de nuestro planeta. El musgo ya es conocido por prosperar en algunos de los lugares más inhóspitos de la Tierra, desde montañas de gran altitud hasta desiertos áridos, lo que lo convierte en un sujeto de prueba ideal para la supervivencia espacial. Esta investigación no se trata sólo de musgo; se trata de identificar los mecanismos biológicos que permiten a los organismos resistir el vacío, la radiación y los cambios de temperatura del espacio.
El experimento
Investigadores de la Universidad de Hokkaido en Japón expusieron tres tipos de células de P. patens a condiciones espaciales simuladas y descubrieron que los esporofitos (estructuras que contienen esporas) exhibían la mayor tolerancia al estrés. Luego, las muestras se colocaron fuera de la ISS durante nueve meses, conectadas al módulo japonés Kibo.
Tras su recuperación, más del 80% de las esporas todavía eran capaces de germinar, un resultado que sorprendió incluso al autor principal del estudio, Tomomichi Fujita. El modelo del equipo sugiere que las esporas podrían permanecer viables hasta por 15 años en el espacio.
Hallazgos clave y limitaciones
El estudio reveló que la mayoría de las condiciones espaciales tenían un impacto limitado en la supervivencia de las esporas. El principal factor estresante fue la exposición a la luz ultravioleta (UV) de alta energía, que dañaba la clorofila y reducía la capacidad fotosintética. Sin embargo, el musgo aún superó a otras especies de plantas probadas en condiciones similares.
Fujita sugiere que la envoltura esponjosa que rodea las esporas proporciona una protección fundamental contra la radiación ultravioleta y la deshidratación, una característica que puede haber evolucionado tempranamente en la historia de las plantas terrestres para facilitar la colonización de hábitats terrestres.
Implicaciones futuras
El éxito de este experimento tiene amplias implicaciones para la astrobiología y los esfuerzos de colonización espacial. Si las esporas pueden soportar una exposición espacial prolongada, surge la posibilidad de usarlas como base biológica para construir ecosistemas en otros planetas. El siguiente paso es probar otras especies y perfeccionar aún más nuestra comprensión de cómo estas células resistentes sobreviven en condiciones tan extremas.
Fujita afirmó: “Esta función protectora puede haber evolucionado tempranamente en la historia de las plantas terrestres para ayudar a los musgos a colonizar hábitats terrestres”. Esto sugiere que los mecanismos detrás de la supervivencia están profundamente arraigados en la historia evolutiva de la vida misma.
La investigación subraya la notable adaptabilidad de la vida y abre nuevas vías para explorar el potencial de vida más allá de la Tierra.
